Christine Andres - Cubit Tecnología e Infraestructuras S.L.
Antonio Henar - Agon Arquitectura e Ingeniería S.L.
Elena Pinto - Cubit Tecnología e Infraestructuras S.L.
Sara Cuesta - Consulnima S.L.
Carlos Garijo - Consulnima S.L.
Fernando Ramírez - Consulnima S.L.
Juan Francisco Arrazola - Dirección General del Agua (MITERD (1))
Aránzazu Gurrea-Nozaleda - Dirección General del Agua (MITERD)
Gonzalo Magdaleno Payán - Dirección General del Agua (MITERD)
Mónica Aparicio Martín - Dirección General del Agua (MITERD)
Francisco Javier Sánchez Martínez - Dirección General del Agua (MITERD)
En los últimos años el efecto del cambio climático se ha añadido a los problemas de ocupación de las zonas inundables, multiplicando los daños que se producen con cada evento.
El enfoque habitual, centrado en controlar la fuente de la inundación (el cauce, el mar, la lluvia…), debe complementarse con medidas de autoprotección de la población y de las edificaciones afectadas. Esta necesidad es especialmente acuciante en zonas con llanuras de inundación de grandes dimensiones, en las que las medidas tradicionales (presas, encauzamientos, motas) resultan insuficientes o tienen un coste ambiental demasiado elevado.
Figura 1. Vista de la terraza de la Casa de la Moneda (Segovia) durante la inundación de 2014.
Fuente: Radio Segovia.
La Directiva de Inundaciones del año 2007, traspuesta al ordenamiento jurídico español por medio del Real Decreto 903/2010, integra este nuevo paradigma, máxime teniendo en cuenta su profunda dependencia de la Directiva Marco del Agua, que hace de la protección de los cauces uno de sus pilares fundamentales.
Con el fin de difundir las medidas que cada titular de un edificio o una instalación puede implantar, la Dirección General del Agua (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) puso en marcha un contrato específico que se enfrentaba a la tarea de análisis y difusión de las medidas para mejora de la resiliencia: «PLAN PIMA ADAPTA. DESARROLLO DE PROGRAMAS PILOTO DE ADAPTACIÓN AL RIESGO DE INUNDACIÓN Y DE FOMENTO DE LA CONSCIENCIA DEL RIESGO DE INUNDACIÓN EN DIVERSOS SECTORES ECONÓMICOS». Los trabajos se dividieron en tres lotes, que analizaban la problemática de tres sectores estratégicos: el sector agrícola, el sector industrial y el ámbito urbano, que es el objeto de este artículo .
En las zonas de inundación recurrente es necesario, por tanto, concienciar a la población de forma que complemente las posibles medidas tomadas por los organismos públicos y considere su autoprotección como imprescindible durante cada evento extremo.
La autoprotección incluye tanto las edificaciones que se encuentran en zona inundable como las personas que se puedan encontrar en su interior.
Cuando un edificio se encuentra en una zona inundable con una recurrencia elevada, existen varios procedimientos que se pueden poner en marcha para reducir, e incluso eliminar, los daños que pueden producirse.
El proceso exige un conocimiento profundo, tanto de las posibles cotas que puede alcanzar el agua como de la configuración y funcionamiento del edificio que se analiza.
Las fases del proceso son cuatro:
Figura 2. Proceso de selección de las medidas a implantar.
Fuente: Elaboración propia.
Como se ha indicado anteriormente, el diagnóstico consiste en conocer tanto aquellos elementos del edificio que pueden ser dañados (en continente y contenido) como los puntos débiles por donde el agua puede acceder a su interior.
Figura 3. Diagnóstico del edificio.
Fuente: Elaboración propia.
Las posibles medidas a implantar se agrupan en una estrategia, en función de la actitud que se quiera mantener frente al agua; en suma, en función de lo alejada que queramos mantener al agua de nuestra instalación.
Las estrategias son cuatro:
Figura 4. Estrategias de autoprotección.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 5. Medidas típicas de cada estrategia de autoprotección.
Fuente: Elaboración propia.
Para conocer en profundidad los medios disponibles para la reducción del riesgo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha puesto a disposición de los usuarios una serie de guías técnicas de fácil uso, que están disponibles en su página web.
Figura 6. Guías técnicas disponibles.
Fuente: MITERD.
Las medidas son de tipos muy variados pero, recopilando los casos piloto analizados, podemos exponer a continuación un resumen de las más habituales y algunas matizaciones cuando hablamos de edificios históricos.
En la estrategia EVITAR predominan los recrecimientos de muros, las barreras temporales con paneles de aluminio o las de tipo floodgrating (paneles ligeros recubiertos de material plástico que se instalan en el momento). Para calados reducidos, las barreras hinchables o modulares tienen un funcionamiento muy bueno para presupuestos reducidos. Existen soluciones óptimas, como las compuertas que se elevan automáticamente por la presión del agua, pero son sistemas de costes elevados que se justifican en casos de daños muy cuantiosos y que pueden ser difíciles de integrar en el caso del patrimonio cultural.
Figura 7. Medidas más frecuentes: estrategia EVITAR.
Fuente: Varias fuentes.
En la estrategia RESISTIR predominan los sellados de paramentos exteriores para protegerlos a la exposición del agua, las barreras temporales de paneles tipo floodgate para elevar el umbral de puertas y ventanas, el uso de puertas y ventanas estancas, la instalación de válvulas anti-retorno en las acometidas para evitar la entrada de agua de los sistemas de saneamiento colapsados y el sellado temporal de las rejillas de ventilación. En este caso, las actuaciones que pueden ser difíciles de integrar en un edificio histórico son las puertas y ventanas estancas permanentes.
Figura 8. Medidas más frecuentes: estrategia RESISTIR.
Fuente: Varias fuentes.
En la estrategia TOLERAR predominan el uso de materiales resistentes a la exposición del agua, el traslado o la protección específica de instalaciones y enseres de alta importancia y la instalación de sistemas de achique en plantas bajas o sótanos.
Figura 9. Medidas más frecuentes: estrategia TOLERAR.
Fuente: Varias fuentes.
La estrategia RETIRAR, que implica el traslado de la instalación fuera de la zona inundable y que siempre exige un gran consenso social. No entra en ningún caso entre el abanico de opciones disponibles cuando hablamos del patrimonio cultural.
A finales del siglo XVI, a propuesta del rey Felipe II, se decide construir una fábrica de acuñación de moneda (ceca) en Segovia, ubicada junto al río Eresma, con objeto de aprovechar la fuerza motriz de su caudal. Edificio de estilo herreriano que fue creado para el acuñado de moneda, posteriormente fue un molino de harina y permaneció abandonado hasta la creación de la actual Real Casa de la Moneda de Segovia (en adelante RCMS).
Las inundaciones históricas se prolongan hasta nuestros días (2009, 2013, 2014, 2016, 2019 y 2020), incluso teniendo en consideración que en la cuenca alta del río Eresma, aguas arriba de la RCMS, se construyó entre 1995 y 1996 el embalse del Pontón Alto, con cierta capacidad de regular y laminar las crecidas de bajos periodos de retorno, pero cuya función es la del abastecimiento. El edificio se encuentra en el extramuros de la ciudad, aguas arriba del barrio de San Marcos, tal y como puede apreciarse en la siguiente ortofoto.
Figura 10. Configuración de la Casa de la Moneda.
Fuente: Google Maps y Ayuntamiento de Segovia.
Las instalaciones de la Real Casa de la Moneda de Segovia, como se ha indicado, han sufrido episodios de inundación durante toda su historia, pues se ubica en un lugar muy expuesto, como es el paleocauce, o antiguo canal propiamente dicho, del río Eresma, hecho que se agrava por el estrechamiento provocado por la construcción de la terraza y barrera de seguridad de la cafetería de El Ingenio Chico y más recientemente por la construcción de un muro de gaviones que reduce la llanura de inundación en la margen opuesta a la Casa de la Moneda (margen derecha).
Tras las inundaciones de 2013 y 2014, los gestores de la instalación acometieron una serie de medidas para su protección:
Figura 11. Terraza de la cafetería lindante con el cauce.
Fuente: MITERD.
Si bien muchas de ellas van en la línea de las que se proponen a continuación, otras, como la instalación de un vidrio sobre el muro de la terraza, pueden contribuir a agravar el problema en algunas ocasiones y, en cualquier caso, no impidieron que en 2020 se repitieran los daños.
Figura 12. Inundación en el patio inferior y marca de agua tras el evento de 2020.
Fuente: Casa de la Moneda.
Ante esta situación se decidió estudiar el caso dentro del contrato mencionado en el apartado 1. Se visitaron las instalaciones en dos ocasiones y, tras realizar el correspondiente diagnóstico, se propusieron una serie de medidas que combinaban dos de las estrategias recomendadas en las guías:
También se evaluaron y propusieron actuaciones complementarias a las anteriores durante la redacción del anteproyecto que, mediante medidas del tipo EVITAR, buscan mejorar el comportamiento hidráulico del río Eresma en la zona contigua y reducir así los calados en el entorno de la instalación, lo que mejoraría el resultado de las demás medidas proyectadas.
No se contempla la posibilidad de RETIRAR, dado el alto valor histórico y patrimonial del edificio.
De esta forma, la alternativa finalmente propuesta contempla el siguiente conjunto de actuaciones:
Figura 13. Actuaciones en el muro de la terraza del restaurante El Ingenio Chico.
Fuente: Google Maps.
Figura 14. Actuaciones en el muro de protección construido en la terraza del restaurante El Ingenio Chico.
Fuente: MITERD.
Esta actuación, al permitir el paso del agua en la terraza de la cafetería, obliga, a su vez, a establecer otras medidas encaminadas a proteger el edificio en esta zona frente al agua. Las opciones para hacerlo son varias, siendo la mejor opción el disponer de sistemas redundantes, que establezcan de una doble protección a las instalaciones, sobre todo en caso de superarse ciertos umbrales de calados.
Figura 15. Puertas y ventanas de la terraza de la cafetería de El Ingenio Chico a reforzar.
Fuente: MITERD.
Figura 16. Tipología de compuertas modulares para puerta de entrada principal de El Ingenio Chico.
Fuente: Catálogo CAG Canalizaciones S.L.
Figura 17. Planta de ubicación del canal a impermeabilizar y detalle del canal.
Fuente: Casa de la Moneda.
Figura 18. Detalle de refuerzo existente en las ventanas del taller y ventanas de taller.
Fuente: Casa de la Moneda.
Figura 19. Ejes de la maquinaria del museo.
Fuente: MITERD.
El coste aproximado de estas medidas es de unos 165.000 euros, frente a unos daños estimados en 2020, teniendo en cuenta el periodo de cierre de las instalaciones, de 192.384 euros.
Por último, no podemos olvidar que todas estas medidas, centradas en mantener la integridad material del edificio, no impedirán que, por prevención, la instalación deba ser evacuada durante el evento, para lo cual los responsables del edificio deberán seguir y adaptar las siguientes recomendaciones generales:
Figura 21. Guías de autoprotección de Protección Civil.
El patrimonio cultural ha de ser objeto prioritario de adaptación al riesgo de inundación dada la importancia de sus valor inmaterial, pero, aunque las soluciones generales planteadas en las guías de adaptación siguen siendo válidas, la estrategia RETIRAR ha de descartarse y algunas de las medidas contempladas en la estrategia RESISTIR pueden no ser fáciles de integrar en determinados edificios históricos.
Por otro lado, y en parte por esa dificultad de implementación de las medidas, las relaciones coste-beneficio no son tan favorables a estas medidas como en otras tipologías de edificio y deben, por tanto, completarse con nuevos indicadores cualitativos y cuantitativos e incorporar en la valoración los beneficios indirectos derivados de las medidas de adaptación, especialmente cuando estas proporcionan nuevos valores ambientales, económicos y sociales.
Con el fin de difundir las medidas que cada titular de un edificio o una instalación puede implantar, la Dirección General del Agua (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) puso en marcha un contrato específico que se enfrentaba a la tarea de análisis y difusión de las medidas para mejora de la resiliencia: «PLAN PIMA ADAPTA. DESARROLLO DE PROGRAMAS PILOTO DE ADAPTACIÓN AL RIESGO DE INUNDACIÓN Y DE FOMENTO DE LA CONSCIENCIA DEL RIESGO DE INUNDACIÓN EN DIVERSOS SECTORES ECONÓMICOS». Los trabajos se dividieron en tres lotes, que analizaban la problemática de tres sectores estratégicos: el sector agrícola, el sector industrial y el ámbito urbano, que es el objeto de este artículo.